Si… me siento mal y menos que todos.
¿Porqué? Pues es fácil. Siempre soñé que podría ser alguien íntegro con mis metas cumplidas. Pero a lo largo del camino, se fueron creando nuevos sueños. Sueños que de una u otra forma eran metas e ilusiones en bruto. ¿Quién nunca sueña con ser lo mejor del mundo; en tener lo que todos quieren… y obviamente alcanzar lo que todos para ser siempre par de tus pares con los que te desenvuelves? Pues, es eso lo que está en mi mente ahora. El no haber cumplido todos esos sueños casi ‘pasajeros’. El no haberlos transformados en realidad… haberlos hecho dejar de ser sólo sueños y llevarlos a cabo en algún grado. Y aunque debo admitir que muchos has sido eso, hay otros que no. Que jamás fueron algo más que eso y que de la forma en que estoy viendo y viviendo las cosas ahora, no serán así. Y es triste de que nadie pueda hacer nada. Quizás no quiera. No lo sé.
Y es extraño lo que siento. Que no he llegado a ninguna parte. Que estoy atrás. Que me quedé en el sueño… que aún lo sigo soñando. Pero he llegado ya a un punto casi crítico de la situación. Siendo el único que no logra hacer lo que quiere. Aburrido… sin hacer mucho más que vivir.
Recuerdo cierta clase de historia de mi época escolar, cuando el profesor hablaba de la gente íntegra del renacimiento. Debían hablar más de un idioma, tocar más de un instrumento musical, saber de historia, arte, ciencias y filosofía…
Y ciertamente hay muchos de estos que si hago realmente… pero no sé donde está el punto que me hace sentir completo. Quizás hay algo más en este mundo que me hace falta. Que me llene aún más el alma. Pues hay muchas veces que parezco alguien que no soy, que hago cosas que no debería hacer, y las que si debería no. Es triste sentirse así como me siento, porque no hay nadie que pueda ayudar mucho. Mis personas vitales de desentienden y no hay nadie más aquí como para hacerme ver de la mejor forma posible dónde está el error y dónde está el camino para llegar a la solución. Y pues, puedo comprender que eso está en mi. Que soy yo el que debo encontrar el camino o la solución, pero me siento desamparado. Sin rumbo. Sin luz… y más allá de todo, sin ganas. Tengo cierta emoción en que pronto empezaré algo nuevo, pero no sé si sea lo correcto y la emoción se transforma un poco en miedo. Miedo al fracaso… al rechazo… no sé. Y puede ser que sea una preocupación huevona o un miedo pasajero pero es lo que de verdad siento y no quiero ocultármelo a mi mismo. Ya es suficiente tener que ocultárselo a los demás. Pues, me carga ser falso y no decir las cosas. Pero… es lo que hay.
¿Que es lo inconscientemente sé que tengo que hacer? Pues esperar… esperar para saber lo que realmente siento de aquí a un par de semanas más. De saber lo que me pueda encontrar en el camino. Algo que me motive a seguir en lo que emprendo y en no mirar atrás con ojos tristes.
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