Hace frío esta tarde en Sanhattan. Corre viento y por la mañana creo que llovió. No sé… Blacki dijo que estaba lloviendo y yo le creo. Es bueno estar huérfano. Me siento un tanto libre; un tanto sin peso. Pero es algo tan pasajero que no me emociono. La verdad es que no sé cómo ahondar en el tema. Aún no sé que pensar. ¿Pensé algo? Lo desconozco…
Las luces me cegaban como nunca. Es en esos momentos cuando me pregunto si la luz aquella nos guía o nos ciega. El beat que parecía salirme de las entrañas me hacía moverme. Había éxtasis en el ambiente. Estreno. Quizás que cosa. Pero mis ojos seguían cegados. Las luces, el humo, el sudor… estaba emocionado. Y gracias al cielo aun no sentía el olor a pasado que pensé que me acecharía. Ante todo eso, seguían siendo mis manos el motor de todo movimiento de mi cuerpo. Sentí la necesidad de extenderlas hasta que alguien las encontrara. Había calma en mi corazón… calma que aun no se ha ido, para mi favor. Pero ese indefinido humo que parecía incienso, humedecido por el sudor del ambiente, llegó a mis neuronas como por un pasadizo invisible. No había nada. Sólo el éxtasis del ambiente. ¿Habrá sido eso?
Como sea, algo cambió. Algo que me hizo dudar como en los momentos más críticos que me llenó de pena. Más bien, agrandó la pena que ya tenía en mi corazón. Tantas cosas que pasan, que me dejan sin habla, sin aliento y sin saber que hacer. Que me llenan de estúpidas reminiscencias de algo casi indeleble. El humo me dejaba sabor a amargo. Sabor a recuerdo… Como besos sabor a recuerdo. Hasta en un momento se hizo carne. Daba escalofríos. … Aún los siento… no sé qué siento…
Creo que aun sigo ciego. Cegado por las caras que enfrento cada día. Que me escupen sin dejarme ver más allá [Sigo sin saber cuan lejos es más allá, pero ese es otro tema]. Cegado por mis propios pensamientos inconclusos de cuestiones sin sentido. Estoy un poco estático. Y sé que es mejor no pensar ahora. Ni mañana. Ni pasado… no quiero pensar. No sé si deba. No sé si pueda.
¿Se nota la cantidad de cosas que sé? ¡NADA! Es terrible, soy un ignorante de mi propia existencia… [Ontológica radical… como siempre].
Sinceramente no sé a que quería llegar con esto. No me puedo sacar la pena. La tengo impregnada. Pero debo admitir que fui feliz por el segundo que duró el estallido de tus pasiones.
[ Quiero incluír una canción. La canción que generó las lagrimas en mis ojos. Eso si, hay un pequeño cambio:
I'm in serious shit, I feel totally lost
If I'm asking for help it's only because
Being with you has opened my eyes
Could I ever believe such a perfect surprise?
I keep asking myself, wondering how
I keep closing my eyes but I can't block you out
Wanna fly to a place where it's just you and me
Nobody else so we can be free
Nobody else so we can be free
And I'm all mixed up, feeling cornered and rushed
They say it's my fault but I want her so much
Wanna fly her away where the sun and rain
Come in over my face, wash away all the shame
When they stop and stare - don't worry me
'Cause I'm feeling for her what she's feeling for me
I can try to pretend, I can try to forget
But it's driving me mad, going out of my head
Mother looking at me
Tell me what do you see?
Yes, I've lost my mind
Daddy looking at me
Will I ever be free?
Have I crossed the line?
All the things he said
Running through my head.
… This is not enough ]
Saturday, July 22, 2006
Reminiscence II
Posted by Diego at 9:42 PM
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 meow:
Post a Comment